Calidad del gasto e inversión pública versus calidad del crecimiento económico en Loreto

(Imagen: rcrperu)

Han transcurrido más de veintidós años desde que, por primera vez, se eligió a través del voto popular a la máxima autoridad regional. Este esquema fue implementado con el objetivo de mejorar la gestión pública y garantizar un desarrollo más equitativo y cercano a las necesidades de la población en las distintas regiones del país.

En 2003, según la Consulta Amigable del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), la región de Loreto tuvo un presupuesto público total ejecutado de S/731 millones. De este total, S/436 millones (60 %) fueron ejecutados por el Gobierno Regional de Loreto, incluidos S/55 millones en inversiones. Para 2024, Loreto ejecutó un total de S/6421 millones, casi ocho veces más que en 2003. De este monto, S/3483 millones (casi siete veces más) fueron ejecutados por el Gobierno Regional, de los cuales S/969 millones fueron destinados a inversiones (casi 17 veces más). Estas cifras son presentadas en términos nominales.

El Producto Bruto Interno (PBI), medido de manera aproximada a través del Valor Agregado Bruto (VAB), que refleja el valor monetario de los bienes y servicios producidos dentro de Loreto, pasó de S/4634 millones en 2003 a S/16 003 millones en 2024, lo que representa un aumento de más del triple de su valor inicial, también en términos nominales.

Sin embargo, para realizar una comparación más precisa a lo largo del tiempo, es necesario trabajar con cifras en términos reales, es decir, descontando el efecto de la inflación. Por ello, utilizaremos el año 2010 como base para comparar los últimos quince años. En este periodo, el gasto ejecutado entre los años 2010 y 2024 se ha cuadruplicado en términos nominales y duplicado en términos reales. En consecuencia, la población podría esperar que las condiciones de vida en la región hubieran mejorado proporcionalmente.

Con este contexto, es relevante destacar que, a pesar de que se han invertido miles de millones de soles en presupuesto público en Loreto a lo largo de los últimos años, S/57 mil millones desde el 2010 y S/31 mil millones desde el 2019; la falta de eficiencia y calidad en el gasto e inversión pública habría limitado que se logren mayores impactos esperados en la mejora de la calidad de vida de la población. De hecho, según el Índice Regional de Eficiencia en la Inversión Pública elaborado por Videnza Instituto, Loreto se encuentra, a septiembre de 2024, entre las seis regiones con menor desempeño en este ámbito.

El Valor Agregado Bruto de Loreto (VAB) habría crecido 5,2 % en el año 2024, y digo “habría” porque aún es una cifra preliminar, ya que el INEI acaba de publicar, hace poco, la cifra de 5,6%; y como podrán observar en el cuadro del INDICADOR DE LA ACTIVIDAD PRODUCTIVA DEPARTAMENTAL publicado por el INEI, aún faltaban datos de los sectores Pesca y Acuicultura; Manufactura; Electricidad, Gas y Agua y; Alojamiento y Restaurantes. No obstante, si excluimos hidrocarburos, el crecimiento de Loreto podría haber sido apenas del 3%.

Es importante entender que el crecimiento económico, aunque muy necesario, no es suficiente por sí solo para garantizar una mejora en el bienestar social. Un crecimiento de calidad debe reflejarse en indicadores sociales positivos. Según Martínez y Mlachila (2013), un crecimiento de buena calidad es aquel que es fuerte, estable y sostenible, fomenta un aumento de la productividad y mejora los niveles de vida. Siguiendo esta definición, Mlachila et al. (2014) propusieron un índice de calidad del crecimiento, que evalúa tanto las características intrínsecas del crecimiento como sus dimensiones sociales, con el fin de capturar los aspectos multidimensionales del mismo.

Este índice, que va más allá de los niveles de ingreso, incorpora variables como la fortaleza, la volatilidad, la diversificación y la composición de la demanda, así como los resultados sociales en áreas como salud, educación y calidad del empleo. Según el Índice de Calidad del Crecimiento Departamental (ICCD), Loreto ha ocupado el último lugar desde 2009 hasta 2023, lo que indica que, a pesar del aumento de la inversión pública en los últimos años, los resultados sociales no han mejorado de manera proporcional. Con ello y desarrollando una metodología bastante sencilla, Cosavalente (2025), obtuvo los siguientes resultados:

Entre 2019 y 2024, Loreto duplicó el monto de su inversión pública, pero los indicadores de pobreza empeoraron considerablemente. La pobreza monetaria pasó del 32,2 % en 2019 al 43,5 % en 2023, un aumento de 11,3 puntos porcentuales en solo cinco años. En cuanto a la pobreza extrema, la región duplicó su tasa, pasando del 7,0 % al 14,5 %. Otros indicadores, como el porcentaje de hogares con acceso a saneamiento básico, la informalidad laboral y la desnutrición infantil, también muestran deterioros significativos. Por ejemplo, el porcentaje de hogares con saneamiento básico cayó del 53,9 % al 48,1 %, y la tasa de anemia en niños menores de tres años aumentó del 53,0 % al 58,1 %. Además, la tasa de adolescentes embarazadas por primera vez, subió del 19,7 % al 23,0 %.

Estos indicadores, que reflejan el empeoramiento de las condiciones de vida, son fundamentales para comprender por qué, a pesar de un crecimiento económico y un aumento de la inversión pública, los loretanos no han experimentado mejoras sustanciales en su calidad de vida.

A pesar de un aumento significativo en el gasto público y el crecimiento económico en Loreto durante los últimos años, los indicadores sociales, como la pobreza y la desnutrición, no han mejorado como se esperaba. Esto sugiere que el incremento del presupuesto no se ha traducido en un impacto positivo real en la calidad de vida de la población, principalmente por la falta de eficiencia en el manejo de los recursos y la baja calidad de las inversiones.

Por ello, es urgente mejorar la eficiencia del gasto público y garantizar que los recursos se destinen, de manera eficiente, a sectores clave como la educación, la salud y la infraestructura básica. Además, Loreto debe diversificar su economía para no depender tanto de los recursos naturales, promoviendo actividades sostenibles como el turismo ecológico y la agroindustria, entre otros.

También es esencial fortalecer las políticas sociales, aumentando el acceso a servicios básicos y apoyando la capacitación laboral para reducir la informalidad y mejorar las condiciones laborales. Por último, es importante establecer mecanismos de monitoreo para evaluar el impacto de las inversiones y asegurar que el dinero público se use de manera eficiente.

Dato curioso: en el año 2022 con S/23 millones se reasfaltaron 100 cuadras de Iquitos; hoy, con S/76 millones se están reasfaltando 250 cuadras de Iquitos. ¿No pudieron haber incorporado una partida para también levantar y poner al mismo nivel los buzones de desagüe y de las empresas de telefonía? Al final, algunas veredas quedan por debajo del nivel de la pista y siguen los desniveles donde hay buzones.