Avances y desafíos del aprendizaje en Loreto una lectura integral de los resultados ENLA 2024

(Imagen: Ministerio de Educación)

  • Josefa Alegría Ríos Gil
  • Docente de la Facultad de Ciencias de la Educación y Humanidades de la UNAP
  • jriosgil@yahoo.com

Loreto se posiciona entre las tres regiones del país con mayor incremento en los logros de aprendizaje en 4° grado, tanto en Lectura como en Matemática. En esta cohorte, la medida promedio en Matemática aumentó en 29 puntos y en Lectura en más de 20 puntos, lo que permitió que más estudiantes transiten de los niveles más bajos (Previo al inicio y En inicio) hacia niveles de desempeño aceptables (En proceso) o esperados (Satisfactorio). Este resultado evidencia que es posible revertir trayectorias de rezago con estrategias adecuadas, incluso en territorios históricamente postergados como el nuestro.

Sin embargo, esta mejora no se ha producido de forma homogénea. En 6° grado de primaria, los resultados se mantienen estancados, con bajos porcentajes de estudiantes que alcanzan el nivel esperado. Esta divergencia entre grados plantea una alerta: si bien se han fortalecido los aprendizajes en los primeros años del ciclo primario, aún no se consolidan trayectorias educativas ascendentes ni mecanismos de continuidad pedagógica que aseguren el logro progresivo de competencias hacia grados superiores. El reto es construir puentes entre ciclos y grados, evitando la desconexión de esfuerzos que, de no corregirse, podría neutralizar los avances iniciales.

Progresos educativos en contextos difíciles

Los resultados positivos en nuestra región se han alcanzado a pesar de un contexto marcado por múltiples restricciones estructurales, como lo evidencian los factores asociados.

Loreto enfrenta condiciones educativas desafiantes, con una alta concentración de escuelas ubicadas en zonas de difícil acceso (ruralidad tipo 1 y 2), muchas de ellas unidocentes o multigrado, que presentan baja permanencia docente, con una rotación del 47 % y limitaciones significativas en infraestructura pedagógica. Esta realidad afecta la continuidad en los procesos de enseñanza, ya que una gran parte de los estudiantes ha sido atendida por docentes distintos en cada grado, dificultando la construcción progresiva de aprendizajes.

Agregado a ello, persisten prácticas pedagógicas tradicionales que reducen la calidad educativa, como la priorización de la respuesta correcta sobre el proceso en Matemática y el uso de estrategias mecánicas en Comunicación, como la copia literal de explicaciones, lo que refleja un distanciamiento del enfoque por competencias promovido por el currículo nacional. Estos factores explican por qué, a pesar de los avances, menos del 33 % de estudiantes alcanza el nivel Satisfactorio en 4° grado y aún menos en 6° grado.

El rol de la familia en el aprendizaje

El entorno familiar de los estudiantes de Loreto influye de manera decisiva en sus logros educativos, ya que muchos enfrentan condiciones que limitan sus oportunidades de aprendizaje, como la inasistencia recurrente a clases, con más del 27 % que falta dos o más días al mes, la sobrecarga de responsabilidades domésticas, especialmente en niñas, y la persistencia de estereotipos de género y estilos de crianza autoritarios que reducen el acompañamiento escolar. A esto se suman las secuelas del desarrollo infantil temprano en contextos de pobreza, como la desnutrición o enfermedades frecuentes, que afectan el rendimiento cognitivo posterior.

Sin embargo, también se identifican factores protectores: los hogares que promueven rutinas de lectura, conversaciones sobre lo aprendido en clase y acompañamiento emocional, logran mejores resultados en Lectura y Matemática. Esto reafirma que la familia y la comunidad no son solo contextos que influyen, sino potenciales aliados activos del proceso educativo, si se desarrollan políticas y estrategias de corresponsabilidad entre escuela, hogar y comunidad.

Motivación y bienestar como impulsores del aprendizaje

En 6° grado, los resultados de la ENLA 2024 evidencian con claridad cómo los factores emocionales y motivacionales influyen directamente en el rendimiento académico. Se observa un incremento en los niveles de estrés escolar y malestar socioafectivo, acompañado por un bajo sentido de pertenencia a la escuela, al punto que uno de cada cinco estudiantes preferiría estar en otra institución.

La autoconfianza para enfrentar la matemática es reducida, especialmente entre las niñas, mientras que el gusto por la lectura disminuye entre los varones, revelando diferencias asociadas al género. Aunque menos visibles que los problemas de infraestructura o las prácticas pedagógicas tradicionales, estos factores socioemocionales tienen una correlación directa con los logros de aprendizaje.

Los estudiantes que manifiestan mayor motivación disfrutan aprender y se sienten valorados en su entorno escolar alcanzan mejores desempeños. Esto evidencia la urgencia de promover climas escolares emocionalmente seguros, relaciones pedagógicas significativas y programas de bienestar socioemocional, como condiciones habilitantes para el aprendizaje con sentido.

Retos y posibilidades desde el análisis territorial

La experiencia de nuestra región demuestra que es posible lograr mejoras educativas incluso en contextos adversos, siempre que se implementen estrategias territoriales bien articuladas y se sostenga un trabajo pedagógico constante en las aulas. Sin embargo, estos avances aún son inconsistentes, ya que persisten brechas significativas asociadas al género, la ruralidad, el tipo de escuela, el clima escolar y el acompañamiento familiar, que continúan limitando el desarrollo pleno de los aprendizajes.

El progreso en 4° grado debe asumirse como una base sólida, pero insuficiente si no se logra construir trayectorias educativas continuas y consistentes hacia grados superiores, particularmente el 6° grado, donde las desigualdades se acentúan. En este escenario, los resultados de la ENLA 2024 reafirman que la educación debe comprenderse como un proceso integral, en el que se articulan de manera inseparable las dimensiones cognitiva, emocional, pedagógica y estructural.

Claves para consolidar y escalar los aprendizajes en Loreto

A partir de los avances identificados en los logros de aprendizaje y reconociendo los instrumentos y compromisos asumidos por la región, como el Proyecto Educativo Regional (PER), el Pacto por la Educación, el Plan Regional de Refuerzo Escolar, la Plataforma Digital para Evaluación Diagnóstica y la implementación de los Servicios de Apoyo Educativo Inclusivo (SAEI), se plantean las siguientes recomendaciones orientadas a sostener y ampliar los logros alcanzados con enfoque territorial y equitativo:

1. Consolidar los avances en 4° grado y articularlos con planes específicos de continuidad en 5° y 6° grado, asegurando un tránsito pedagógico coherente y evitando que se pierdan los aprendizajes recuperados. Para ello, es clave implementar con mayor seriedad y cobertura el Plan Regional de Refuerzo Escolar, promoviendo estrategias diferenciadas según el nivel de logro y el contexto territorial.

2. Fortalecer la formación y el acompañamiento docente en zonas rurales, impulsando prácticas pedagógicas activas, culturalmente pertinentes y centradas en el desarrollo de competencias. Esta línea de acción debe estar alineada con las políticas educativas enunciadas en el Proyecto Educativo Regional, que constituye el principal instrumento que orienta el sistema educativo regional y requiere continuidad en su implementación.

3. Reducir la rotación docente mediante políticas regionales que garanticen condiciones laborales estables, incentivos y reconocimiento para los maestros que trabajan en escuelas con alta gradiente de ruralidad, avanzando hacia una gestión más equitativa del talento docente, como lo establece el Pacto por la Educación.

4. Reforzar el vínculo entre escuela y familia, promoviendo una crianza respetuosa, libre de violencia, y estrategias de acompañamiento cotidiano desde el hogar. Esta corresponsabilidad debe ser parte de un enfoque integral y sostenido, contemplado también en los lineamientos del PER como base para fortalecer comunidades educativas más cohesionadas.

5. Implementar programas de bienestar emocional escolar, con intervenciones focalizadas que aborden el estrés académico, fortalezcan la autoestima y generen sentido de pertenencia. Estas acciones deben complementarse con entornos escolares seguros, positivos y emocionalmente protectores, tal como lo plantea la política regional.

6. Desarrollar sistemas de seguimiento pedagógico individualizado, priorizando a estudiantes con trayectorias frágiles o con antecedentes de dificultades en el desarrollo infantil temprano. La Plataforma Digital para Evaluación Diagnóstica, ya disponible en la región, debe ser utilizada estratégicamente para orientar decisiones pedagógicas, monitorear avances y mejorar la respuesta educativa.

7. Fortalecer la implementación de los Servicios de Apoyo Educativo Inclusivo (SAEI) como parte de la política de educación inclusiva regional, promoviendo prácticas pedagógicas y de gestión escolar que garanticen la atención a la diversidad y la participación plena de todos los estudiantes, en especial aquellos con barreras para el aprendizaje. Los SAEI deben consolidarse como una herramienta clave para lograr que la inclusión sea una realidad tangible en las aulas de Loreto.