Innovación en la educación
- Selva Morey
- Docente principal de la Facultad de Ciencias de la Educación y Humanidades de la UNAP
Con la llegada de la cibernética y la informática al mundo del conocimiento, este ha dado un vuelco enorme en la concepción de nuevas e innovadoras formas de impartir enseñanza y ubicar a la humanidad en el centro de su propia autonomía. Muchas situaciones en el entorno humano, van teniendo una explicación aún compleja y casi inentendible sin la aplicación de modernos equipos y sistemas que resuelven las dudas e imprecisiones que habíamos cosechado en épocas pasadas.
Ya a mediados del siglo XX, el término Cibernética surge como concepto con Norbert Wiener y Arturo Rosenblueth Stearns, inicialmente en sus estudios de control y comunicación entre máquinas y seres vivos. La era supertecnológica que nos toca vivir tras el detonante impacto de una pandemia universal impulsa exigidamente al uso de los modernos equipos que ya se venían ensayando en los laboratorios científicos y utilizando en las ciudades del primer mundo, enrostrando a la población a su uso, hasta ese momento, secundario y sin mucha preponderancia. La pandemia marcó el hito en que el mundo tuvo que adecuar su vida al uso informático como única medida de sobrevivencia. Como expresa Román Martínez Martínez (vicerrector de Transformación Educativa del Tecnológico de Monterrey, México): “El 2020 trajo la gran oportunidad de acelerar la transformación digital de la educación… El proceso formativo se ha enriquecido significativamente y esto será permanente“”. A partir del hecho, la raza humana tuvo que alinear su pensamiento y obras al uso de la máquina como solucionador de sus ingentes necesidades, justamente, el objetivo cibernético de su creación.
Las nuevas generaciones son hábiles en estas disciplinas prácticas, como que nacieron con ellas. No ocurría lo mismo con las generaciones de antaño en que, realizar una tarea era toda una serie de procesos para lograrlo, claro, sin contar con la informática y tecnología existente. Por dar un ejemplo. Por los años sesenta, y setenta, se trabajaba con las máquinas mecánicas o eléctricas y era una verdadera proeza hacerlo. Cuando se trataba de multiplicar el trabajo, que ahora, con un click se soluciona; en ese entonces, había que colocar entre los pliegos, el papel calco, eso facilitaba sacar el número de copias requerido, pero cuando se erraba, corregir todos los pliegos con la presencia de los papeles calco que manchaba el trabajo y aplicar el papel corrector o el liquid paper esperando a que seque bien, era una verdadera pérdida de tiempo. No podía requerirse un trabajo de esta índole con límite de tiempo, aun así, no sin poco trabajo, había precisión y calidad en la labor. Para la investigación bibliográfica en las tareas académicas se debía acudir a la Biblioteca Municipal o a alguna otra particular y hojear rápidamente en la búsqueda del contenido; infortunadamente, muchas veces no se encontraba; ocurrencia, que ahora es totalmente imposible no lograrlo porque la navegación en la web, permite elegir entre autores varios el tema requerido, luego “cortarlo y pegarlo” convenientemente para echarle lectura. Todo se ha facilitado, claro, para quienes dominan este nuevo lenguaje tecnológico y los que tuvieron que aprenderlo, aún hoy, siguen esforzándose en entenderlo.
Todo el universo de conocimiento vive en la internet con sus múltiples páginas web. (La World Wide Web —comúnmente conocida como WWW— es un sistema interconectado de páginas web públicas accesibles a través de internet). Todo el saber de la compleja naturaleza humana está contenida en estas páginas que responden con un simple click, al requerimiento de los interesados. Hay mucha, muchísima información que es preciso canalizar con sabiduría para responder con celeridad y exactitud a los objetivos que se persiguen, porque, así como hay mucho de útil en cada uno de los productos que oferta, también hay mucho de inutilidad que solo distrae e impide cumplir con propósitos y compromisos.
Este orden de cosas ha conllevado a replantearse la educación actual, a innovar en cuanto al servicio laboral posterior al pregrado o postgrado de la educación superior. Las antiguas necesidades poblacionales que constituían el eje de los estudios de profesionalización han cambiado por la inclusión beneficiosa, ágil, omnipresente de la tecnología actual, pero su aprendizaje cabal, completo, que propicia la creatividad, debe ser la principal meta por conseguir tanto en jóvenes como adultos para que ocurra una simbiosis adecuada de habilidad y experiencia. Sin el conocimiento cabal de las herramientas que ofrece la informática poco puede adelantarse en innovaciones productivas. No obstante, las oportunidades profesionales con este conocimiento van desde programador web, consultor tecnológico, diseñador de sistemas informáticos, responsable de entornos de seguridad, administrador de sistemas y redes, creador de videojuegos y aplicaciones, creador de aplicaciones móviles. Y así en las ingenierías, como en otras profesiones, Educación, por ejemplo, también la innovación está presente, porque de lo que se trata es de aprovechar el tiempo; aprovechando, asimismo, las ventajas que ofrece la tecnología y sus herramientas en la etapa de formación profesional, como las TIC (Tecnologías de la Información y de la Comunicación) que facilitan la comprensión; fomentan la alfabetización digital y audiovisual; aumentan la autonomía del estudiante; enseñan a trabajar y colaborar en equipo; ayudan a desarrollar un mayor pensamiento crítico y flexibilizan la enseñanza.