Feminicidio a la carta
- Gladys M. Vásquez Pinedo
- Docente de la Facultad de Ciencias de la Educación y Humanidades de la UNAP
En el año del Bicentenario de nuestra Independencia republicana, en duro combate contra el mal del siglo, la corrupción e ineficacia de un sistema de salud colapsado; cuando nos sentíamos civilizados y respirábamos orgullosos el oxígeno que la madre naturaleza nos prodiga generosamente, nos fustigan el rostro y el espíritu de lucha, la trágica noticia de una madre asesinada. No es la primera, pero el ataque y posterior muerte de su hija que precedió el doble asesinato, alteran la triste calma de un pueblo postergado en sus necesidades por el abandono del Estado y el abuso de los bancos y empresas que priorizan sus intereses económicos en desmedro del desarrollo y bienestar de ciudadanos invisibles, sin oportunidades ni seguridad jurídica.
Jenny Jéssica Rojas Aranda y su menor hija asesinadas en Tarapoto, incrementa las estadísticas teñidas de sangre reflejo de la problemática situación de violencia que vive la sociedad peruana.
En el Perú el feminicidio es un delito autónomo. El 2013, mediante la Ley 38068 se incorporó el artículo 108-de nuestro Código Penal que sanciona incluso con cadena perpetua a las personas que matan a una mujer en determinados contextos. En este marco, María Sánchez Chumacero acaba de ser sentenciada a cadena perpetua por abusar sexualmente de una menor. Asesinó su salud mental, aniquiló su inocencia, devastó su moral de persona digna. Después de tanta impunidad, de tanto violador burlando a la ley con el silencio cómplice de una prensa mercantilizada es acto justo sancionar a los que quebrantan el orden de convivencia social, por hechos de:
- Violencia familiar.
- Coacción, hostigamiento o acoso sexual.
- Abuso de poder, confianza o de cualquier otra posición o relación que le confiera autoridad al agente.
- Cualquier forma de discriminación contra la mujer, independientemente de que exista o haya existido una relación conyugal o de convivencia con el agente (agresor).
Las redes sociales viralizan insensiblemente la violencia, mostrando evidencias de estos actos punibles con memes y tik tokers sensuales cuya lujuria evoca épocas de los desmanes del imperio romano en decadencia con FEMINICIDIO A LA CARTA a la menor señal del dedo del horror, si es que al emperador no le satisfizo la recién casada o la joven doncella tomada con crueldad frente a la familia y sociedad indiferente que se sometía a la voluntad del soberano por inspiración divina.
¿Hay algún parecido entre los acontecimientos históricos de la antigüedad y los sucesos actuales comercializados por internet e incrementados a partir del # Ni una menos? La respuesta salvaje e inmisericorde del feminicida nos vuelven primitivamente animales. Con fiscales que no investigan y jueces que no sancionan. Cuadros grotescos de la guerra civil española con la matanza de Guernica, inmortalizada por la genialidad de Picasso.
Feminicidio a la carta, durante la invasión chilena recorriendo comunidades desde el sur a la capital. O en aquellas batallas de los soldados cholos e indígenas que por amor a la patria se inmolaron junto a sus MUJERES en defensa de nuestras fronteras, ignorando el pacto vil de los gobernantes de turno que entregan recursos, territorio y soberanía a cambio de cuentas bancarias en Suiza o el Gran Caimán consumando su felonía.
La niña ha muerto, porque no le dimos Educación para que cultivara su espíritu libre, solo recibió lecciones de afrenta y sumisión. La mujer parió lo que el Estado le permitió porque su derecho a crear vida se cercenó. Murió en el parto porque carece de Sistema Integral de Salud (SIS). Porque los contratos con las empresas mineras son IRREVISABLES por mandato Constitucional, por la anemia y desnutrición crónica, por beber agua con mercurio, por la cerveza en noche de patas, ensalzada por la TV o el cannabis en fiestas covid, que ponen a nuestras hermanas al borde del precipicio, que le quita defensas y no resiste el ataque del mal. Son los gobernantes responsables de tanta miseria humana de una juventud sin trabajo, sin esperanzas sin JUSTICIA SOCIAL. Recuerdo con nostalgia la poesía bosquecina de Orlando Casanova Heller: Grillo, grillito, verde limón. Abre tus ojos miremos al sol. No puedo Orlandito el rey me cegó con todas las flores que él mismo sembró. Grillo, grillito, verde limón, solo si tú quieres tendrás LIBERTAD!!! ¿Serán las elecciones presidenciales del Perú? Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.