12 DE OCTUBRE: DÍA DE LOS PUEBLOS ORIGINARIOS Y DEL DIÁLOGO INTERCULTURAL
Para construir un Perú armonioso, en diálogo intercultural
- GABEL DANIEL SOTIL GARCÍA
- Docente principal de la Facultad de Ciencias de la Educación y Humanidades de la UNAP
Hasta hace algunos años, en las instituciones educativas de nuestro país y en ceremonias cívico-patrióticas especiales, el 12 de octubre era dedicado a celebrar el denominado “Día de la Raza”, rememorando la llegada de la expedición de Cristóbal Colón a nuestro continente que, para esa fecha, ya llevaba miles de años poblado por muy diversas culturas, que habían creado sus propios valores y riqueza espiritual, caracterizadas todas ellas por su gran y profundo amor a la naturaleza.
Celebrada la fecha como “El descubrimiento de América”, tuvo gran repercusión formativa en los estudiantes, despertando nuestra sumisión y adoración a lo foráneo, terminando por hacernos creer que, efectivamente, en esa fecha fue descubierto nuestro continente, cuyo nombre original, ABBYA YALA (en lengua kuna: madre pronta a dar sus frutos), no fue reconocido por los conquistadores europeos, poniéndosele el que hoy conocemos: AMÉRICA.
Por el despertar de nuestra conciencia social, nos dimos cuenta que, en realidad, no había nada que celebrar en dicho acontecimiento, dado que los conquistadores, guiados por su etnocentrismo no dudaron en destruir los logros de los pueblos que iban conquistando. Es así como lo que pudo haber sido beneficioso para nuestras culturas, de haber sido asumido de una manera más constructiva por los invasores, dio como resultado toda una hecatombe sociocultural, cuyas consecuencias perduran hasta hoy.
Por esta razón, y por efectos de nuestra conciencia crítica colectiva, es que se dio inicio a todo un proceso de cuestionamiento a la celebración de dicho acontecimiento, que tuvo su expresión culminante con la promulgación de la Ley 29421, mediante la que se dispone que en dicha fecha se ha de celebrar el “DÍA DE LOS PUEBLOS ORIGINARIOS Y DEL DIÁLOGO INTERCULTURAL”.
En consecuencia, en especial para las instituciones educativas, esta norma genera un nuevo escenario celebratorio, que debe ser aprovechado para promover la toma de conciencia de nuestra diversidad cultural, de la riqueza que ello significa en nuestro país y, muy en especial, en nuestra región amazónica, en la cual existe la mayor diversidad cultural y, por lo tanto, lingüística.
También, se debe aprovechar esta festividad para promover el conocimiento mutuo entre las culturas originarias y la cultura mestiza, que es la dominante en estos momentos, que posibilite la ruptura de las relaciones de dominación, que se dan entre dichas culturas, relación jerarquizante que viene influyendo negativamente tanto en las culturas originarias como en la dinámica de todo nuestro país, pues esta incomunicación impide nuestro desarrollo nacional.
Hay, pues, toda una agenda pendiente que debemos empezar a atender en la dinámica intercultural de nuestro país y región, haciendo que las nuevas generaciones de peruanos aprendan y practiquen lo que se viene denominando el diálogo intercultural, que no es sino el desarrollo y concreción de la mutua tolerancia entre las personas que conforman las diversas culturas que nos dan la riqueza espiritual y que, de ser plenamente asumido por las nuevas generaciones, ha de significarnos el pronto logro de mejores niveles de vida individual y colectiva, pues con ello habremos desmontado el racismo que impide nuestro mutuo respeto y las necesarias relaciones armónicas que posibiliten valorar nuestros respectivos acervos culturales y espirituales.
En consecuencia, la celebración del 12 DE OCTUBRE con este nuevo espíritu de enaltecer nuestra diversidad cultural como un valor de la más alta jerarquía y promover la práctica del diálogo intercultural entre los peruanos, ha de generar las condiciones estimulantes que requerimos para construirnos como un país respetuoso de su riqueza cultural, con relaciones armónicas entre todos los pueblos que lo conformamos.
Esperamos que las instituciones educativas hagan propicia esta fecha celebratoria para motivar a sus respectivos educandos en la práctica de una nueva visión de nuestra riqueza nacional, la que debemos aprender a apreciar y valorar con profundo respeto, pues es la obra que nos han legado nuestros antepasados, a quienes debemos honrar, pero con el necesario espíritu crítico que nos posibilite buscar permanentemente nuestro desarrollo.
Pero, también, se hace necesario el fortalecimiento de nuestra autoestima social, que nos permita relacionarnos en condiciones de igualdad con otras culturas, aprovechando sus logros, a la vez que aportando los nuestros.