Amazonía: emporio de manifestaciones folclóricas

22 de agosto: Día Mundial del Folclore

(Foto: Erick Romero)

  • GABEL DANIEL SOTIL GARCÍA
  • Docente principal de la Facultad de Ciencias de la Educación y Humanidades de la UNAP

Aunque la palabra nos es un poco extraña por no ser de uso frecuente, sin embargo, cuando identificamos su referente en la realidad sociocultural, no podemos sino asombrarnos de la riqueza de su significado, pues ella alude a toda creación nacida en la dinámica consuetudinaria de una comunidad respondiendo a sus múltiples necesidades.

Como dice la Unesco, institución que estableció la fecha de conmemoración, “El folclore es la expresión auténtica de un pueblo que abarca sus tradiciones, leyendas, costumbres, música, danzas, etc. Precisamente estas peculiaridades distinguen una cultura de otra.”

Y eso, justamente, es el folclore: el sello de la personalidad sociocultural de una comunidad. Es eso que hace que ella sea lo que es de diferente por obra y gracia de la relación de sus miembros con su entorno: su peculiar forma de satisfacer sus necesidades y que luego es trasmitida a las nuevas generaciones en el proceso de socialización.

(Foto: Erick Romero)

En el caso de nuestra región, no podemos sino alegrarnos y sentirnos orgullosos de la creatividad de los pueblos tradicionales que, en íntima relación con el entorno forestal, han sabido crear, en el más estricto sentido de la palabra, todo un conjunto de respuestas que expresan estas peculiaridades.

Tanto indígenas como mestizos se han visto expuestos a una férrea e ineludible influencia del entorno forestal, habiendo elaborado respuestas coherentes en sus prácticas cotidianas para enfrentar las diversas situaciones exigidas por la satisfacción de sus necesidades: en valores, actitudes, alimentación, habitación, vestimenta, uso de instrumentos domésticos, laborales, música, canto, pintura, relaciones interpersonales, relaciones y percepciones del entorno, organización social, etc.

Todo ello expresa su sapiencia social, su equipamiento con el que se relacionan con su mundo para mantenerse como lo que ellos consideran que debe ser.

Si hay algo que exprese con mayor autenticidad la esencia de un pueblo, eso es el folclore. Por ello es necesario que aprendamos a respetar y defender el folclore de cada uno de los pueblos que conforman la grandiosa diversidad de nuestra región. Pero, no solo respetarlo, sino también apoyar los esfuerzos por fortalecerlo, pues es de su intimidad de donde han se surgir las fuerzas para comprometernos con la construcción de un país y región sólidos, orgullosos de su forma de ser creada por quienes lo integramos.

(Foto: Erick Romero)

Es de sus propias entrañas de donde han de emanar los auténticos compromisos sociales e individuales para construirnos como el país en donde todos, personas y pueblos, encontremos las condiciones indispensables para percibirnos como auténticos protagonistas de nuestra historia individual y colectiva.

Hoy, en este DÍA MUNDIAL DEL FOLCLORE, debemos mirar la esencia social de cada uno de nosotros para vernos reflejados en lo que tenemos de elementos sociales y culturales compartidos con los demás de nuestra colectividad. Y, entonces, descubriremos cuánto hay de los demás en cada uno de nosotros, pues nuestra formación como individuos es el efecto de la acción del grupo en el proceso constructivo de nuestra personalidad.

Acción que se ejerce desde cada uno de los componentes del folclore de cada comunidad: costumbres, creencias, instrumentos operativos, influencias interindividuales, arte y cuanta creación es posible concretar en la dinámica de una sociedad para satisfacer sus muy diversas necesidades.

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