Estudiante de la UNAP ayuda a conservar la biodiversidad amazónica con su estudio en aves


(Foto: Archivo UNAP)

Cada vez que Tatiana García Vela caminaba por las chacras de su comunidad natal en La Libertad, Loreto, solía escuchar un canto agudo que a su corta edad le causaba una mezcla de temor y curiosidad. Algunos le decían que se trataba del tunche, un fantasma según las tradiciones amazónicas, pero años después ella descubrió que el sonido provenía de una especie de ave denominada científicamente Tapera naevia. Así fue conociendo que su fascinación por la melodía respondía a su pasión por explorar el mundo de los animales que vuelan. Hoy ha iniciado una investigación sobre parásitos externos (ectoparásitos) en aves, que contribuirá a conservar la biodiversidad de la Amazonía peruana.

Durante los meses de septiembre y octubre del año pasado, la estudiante del décimo ciclo de la carrera de Ciencias Biológicas en la Universidad Nacional de la Amazonía Peruana (UNAP) recolectó y estudió veintidós especies de aves, entre colibríes y otras de tamaño pequeño, para conocer la prevalencia de ectoparásitos en su piel o plumas. El fin de la investigación es la conservación de las aves y, a su vez, del medioambiente, a través del reconocimiento de los parásitos externos que las atacan para evitarles enfermedades, infecciones, mala reproducción o incluso su extinción.

“Hemos encontrado ácaros, piojos y garrapatas, aunque aún estamos en la etapa de identificación de las especies de estos, para conocer cuáles son más prevalentes por edad, por lugares y por temporadas. Hay muy pocos estudios a nivel mundial sobre este tema”, dice Tatiana, ganadora de Beca 18 del Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo (Pronabec) del Ministerio de Educación.

El biólogo Arturo Acosta Díaz, quien enseña el curso de Diversidad de Vertebrados a Tatiana en la UNAP, explica un beneficio más de la investigación que viene desarrollando su alumna: “El parasitismo es un tipo de simbiosis (asociación de individuos de distintas especies en la que ambos sacan provecho de la vida en común) que es importante conocer porque los parásitos pueden traer enfermedades a otras especies, e incluso transmitirlas al ser humano. Es decir, mientras más investiguemos, de presentarse una enfermedad en el mundo cuyo origen son los ectoparásitos, tendremos herramientas para curarlas”.

(Foto: Archivo UNAP)

¿Cómo realiza su investigación?

“El canto de las aves me libera, es como una terapia”, señala la joven de veinticuatro años, mientras se encuentra en el área de monitoreo de aves de la comunidad de San Rafael, lugar al que acude una vez al mes para avistar e investigar a las especies avícolas. Es precisamente allí donde ha realizado su proyecto sobre ectoparásitos. ¿Cómo lo hizo?

La joven se adentró en las zonas más verdes de la comunidad para instalar doce redes de neblina (un sistema para capturar a los animales que vuelan). Cada día, recogía a las especies que habían quedado atrapadas en las redes y las llevaba hacia un lugar acondicionado para examinarlas.

“De manera muy cuidadosa y rápida (un máximo de cinco minutos), ya que estoy preparada para esto, hice una búsqueda específica de ectoparásitos en el cuerpo, la cabeza y las plumas. Y finalmente les coloqué un anillo (proceso de anillamiento) para identificarlas en el monitoreo mensual. Luego las liberé”, explica Tatiana.

Los ectoparásitos hallados fueron introducidos en microtubos en los que previamente se habían llenado de alcohol. Ahora se encuentran en el laboratorio de la UNAP para ser analizados por Tatiana a través de un microscopio.

La primera universitaria en su familia

Tatiana, la mayor de cinco hermanos, es la primera universitaria de su familia. Siempre mostró el interés de estudiar una carrera universitaria, así que al acabar el colegio inició su preparación académica para lograrlo. Ella carecía de recursos económicos, por lo que cuando se enteró de Beca 18, no dudó en postular.

“Yo no sabía prender una computadora, no manejaba Word, nunca había visto ejercicios de Química, eso no me lo enseñaban en el colegio de mi comunidad, pero no era una opción rendirme, así que me esforcé mucho para lograr mi meta”, recuerda la joven que se convirtió en una ganadora del concurso en su tercer intento.

Ya en la universidad, Tatiana se involucró en diversos grupos para tomar acción frente a los problemas que existen en la Amazonía peruana. Pese a que al inicio tuvo temor, ahora se ha convertido en una joven líder amazónica e integra cuatro asociaciones: Vita Amazónica, que capacita a más jóvenes de ciclos menores en investigación científica, conservación, educación ambiental y manejo de conflictos ambientales. Gracias a ello, también pudo ser parte del programa Jóvenes Líderes Amazónicos, en el que le enseñan cómo abordar los problemas ambientales de la Amazonía, como la deforestación, contaminación o la minería ilegal.

Asimismo, es voluntaria en el Observatorio de Aves Loreto, una institución orientada a realizar monitoreo a largo plazo de la avifauna de la zona, y en la Organización Evergreen Institute, en la que se capacita sobre temas ambientales, de investigación científica y conservación de la naturaleza, y a la vez enseña a jóvenes de otros países interesados en estas materias.

“Nosotros, los jóvenes, somos el presente y los que generaremos un cambio. Por eso, les digo, alcen su voz, las personas las van a escuchar. Nada es imposible si quieren lograrlo”, dice Tatiana, quien anima a más jóvenes a involucrarse en temas de investigación del medioambiente para tener un mundo mejor.