8 de marzo: Día Internacional de la Mujer
- GABEL DANIEL SOTIL GARCÍA
- Docente principal de la Facultad de Ciencias de la Educación y Humanidades de la UNAP
¿Qué razones han fundamentado la creación de esta fecha conmemorativa?
Podríamos mencionar varias, con diferente grado de importancia, pero creo que la fundamental es la desigual evolución de los roles sociales asignados a hombres y mujeres, a lo largo de nuestra historia, a pesar de compartir los mismos escenarios desde que surgiéramos como especie.
Roles que han condicionado las relaciones intergénero en la dinámica sociocultural, determinando diversas formas de jerarquización entre hombres y mujeres, olvidando que la única diferencia sustancial que debe existir entre el hombre y la mujer, es la que nuestra especie nos estableció para perpetuarse a sí misma; es decir, ser ambos factores complementarios que garanticen, funcionalmente, la creación de un nuevo miembro de la humanidad; donde, mujeres y hombres, requerimos de nuestras interacciones mutuas, en el más íntimo de los sentidos, para dar continuidad a nuestra especie.
Y es eso lo que hemos venido haciendo, en forma conjunta, desde la noche de los tiempos. Desde aquellas lejanas épocas en que hemos estado caminando juntos, haciendo cada uno lo que correspondía hacer para mantener esa indisoluble ligazón esencial para surcar por el río del tiempo, siempre unidos y compartiendo vicisitudes, alegrías, esperanzas, sueños; penetrando y haciendo nuestro el futuro en cada instante de nuestras vidas.
Así hasta hoy. Y por siempre, por cierto.
Pero fue nuestro propio evolucionar como seres humanos, el que nos ha traído a la situación en que requerimos dedicar una fecha, en nuestro devenir anual, para conmemorar la presencia de la mujer en el accionar colectivo de la sociedad. Para hacernos conscientes de nuestra mutua necesidad, que es la base de nuestra igualdad, para buscar la satisfacción de nuestras diversas carencias vitales, sociales, culturales, etc.
Es en la división del trabajo social en donde se han generado las causas de que hoy día tengamos que dedicar este día. Pues cuando se introdujeron criterios ideológicos en esta división, a la mujer se la relegó, y aún se la viene relegando, a planos de inferior jerarquía, reservándose el hombre para sí lo que él consideró de mayor jerarquía, por una supuesta falta de capacidades para determinadas actividades por parte de la mujer. Es este enfoque jerarquizante de las relaciones hombre-mujer el que ha generado las desigualdades que hoy queremos superar en nuestro actuar social, cultural y económico. Visión que, en unas sociedades está más presente que en otras y que es la causa de conductas aberrantes respecto de las mujeres en algunos de los núcleos sociales presentes hoy en la faz de nuestro planeta, en donde a la mujer se le asigna condiciones inhumanas por el hecho de ser mujer, suponiendo una inferioridad de origen biogenético o de otra naturaleza.
Estas son las razones por las que se hace más necesaria la conmemoración de esta efeméride.
Por lo tanto, en el caso nuestro, con tanta diversidad de condiciones socioculturales y económicas de la mujer, debemos hacer los esfuerzos, tanto por parte del hombre común y corriente como por parte de las autoridades, para crear las mejores condiciones para su realización como persona en el marco de sus respectivas culturas, en el más pleno sentido del reconocimiento de nuestra diversidad cultural, como en su realización profesional, de ser el caso.
Que perciba ella, como la sociedad en su conjunto, que tiene en la dinámica social cotidiana, un permanente escenario hacia donde se sienta impelida a ser protagonista autónoma con iniciativa, responsabilidad y compromiso, para la comprensión de su realidad; la opción por dinamizar los cambios hacia niveles superiores de vida y la vivencia de ser sujeto de su propio destino y contribuyente con el de los demás.
Así, en un permanente proceso de interaprendizaje social, en el que la reflexión esté presente como actitud para la toma de conciencia de sus deberes y obligaciones, más allá de los roles tradicionales, la MUJER debe autopercibirse como corresponsable, conjuntamente con el HOMBRE, de los procesos de humanización de nuestra especie, tarea en la cual venimos compartiendo responsabilidades desde los tiempos originarios.
Por todo ello, allá en los tambos de nuestras riberas, mestizos e indígenas. En los ambientes citadinos que recorres en el decurso de tu vida. Allá en las fronteras de nuestra inmensa región. Frente a ríos y cochas. En bajiales y restingas. En balsas y casas flotantes, en donde sueñas y labras el futuro para los tuyos. En donde das vida a la vida de tu sociedad; allí donde te encuentres mujer loretana:
¡FELIZ DÍA MUJER AMAZÓNICA, MUJER FORESTAL!