Fundamentos de la carrera

La innovación en el campo de la educación superior no es una característica propia de un periodo de tiempo determinado, sino que, por el contrario, constituye un proceso normal y continuo. El avance del conocimiento científico y el surgimiento de tecnologías significativas, así como la influencia que ejercen los factores demográficos y económicos, exigen que esto sea así.

Los acontecimientos de las cuatro últimas décadas en el escenario nacional, han producido cambios importantes de carácter social, económico y político, generados por diversos factores como: la explotación petrolera, el fenómeno del terrorismo, la hiperinflación de los años 85-90, el proceso trunco de la regionalización, la estatización de la banca, la reinserción del país en la economía mundial, los conflictos limítrofes con el país vecino del norte, la privatización de las empresas públicas, el acuerdo de paz establecido con el Ecuador y la presencia de una pandemia llamada COVID-19 con sus secuelas de la economía global.

Económicamente, nuestro país ha adoptado el modelo de libre mercado, donde prima la ley de la oferta y la demanda, dependientes de los movimientos económicos que ocurren en el mundo, con afectación directa e indirecta en el presupuesto del poblador peruano. La aplicación del modelo y la falta de adecuación oportuna a los cambios económicos mundiales, ha originado que el país se encuentre en un proceso de recesión económica con una tendencia cada vez mayor, generando el cierre de empresas, un mayor desempleo y, el incremento de la extrema pobreza, pese a los esfuerzos de disciplina fiscal, recaudación efectiva de impuestos y control inflacionario, que si bien es cierto, han venido manteniendo económicamente estable al país, excepto en los efectos pandémicos y un corto período inestable políticamente, socialmente los efectos no son los más alentadores.

Todo esto configura un país en el cual las necesidades y demandas de la población frente a los cambios, se encuentren latentes en busca de respuestas, no sólo del gobierno, sino también de las organizaciones de la sociedad misma a través de sus instituciones, entre ellas la Universidad, con su responsabilidad de formar a los futuros agentes del proceso de desarrollo del país, acorde con las exigencias actuales del escenario nacional y mundial.

Para enfrentar este reto, la Facultad de Ingeniería Química de la UNAP, ha definido un patrón de formación profesional, recogiendo las demandas y haciéndolo efectivo en su diseño curricular, tomando en cuenta los acelerados cambios científicos, tecnológicos y sociales que le permita preparar personas capaces de insertarse, con muchas posibilidades de éxito, en el competitivo mundo de la actividad productiva, introduciendo innovaciones y transformaciones significativas en el ámbito empresarial individual y colectivo.

La carrera de Ingeniería Química está estrechamente vinculada a la economía de los países; de sus aportes se han obtenido beneficios en una multitud de cosas de la cual dependemos diariamente como: sustancias químicas para la agroindustria, metalurgia extractiva, artículos medicinales, protección del medio ambiente, sustancias orgánicas sintéticas (anticongelantes, plásticos, súper combustibles y lubricantes) y también materiales para satisfacer necesidades tecnológicas de punta (semiconductores, súper aleaciones, inversores de energía solar, energía nuclear y combustibles del futuro).

En este contexto, las perspectivas de la carrera a nivel nacional pasan por el aprovechamiento racional de las materias primas superando el carácter extractivo y de semi transformación de los elementos naturales, para dar valor agregado a los recursos; considerar a la carrera como factor de desarrollo del país en la medida que exista un acceso mayor al conocimiento y al manejo tecnológico para contribuir en la generación de empleos, creación de una industria nacional de transformación con el desarrollo de métodos y tecnologías propias, protección del medio ambiente con el control de la calidad del aire, el agua y el suelo; así como el procesamiento de desechos de la industria liviana y pesada. Todo esto, enmarcado en las macro tendencias mundiales de globalización, democratización de la información y conservación del medio ambiente.

El Ingeniero Químico, egresado de la carrera profesional de Ingeniería Química de la UNAP, es un profesional con una formación integral desde el punto de vista personal, social y académico – profesional.

CAMPOS DE ACCIÓN.

El Ingeniero Químico, egresado de la carrera profesional de Ingeniería Química de la UNAP, puede desempeñarse en los siguientes ámbitos:
Campo de ejercicio profesional, el ingeniero químico está preparado para desempeñar funciones en empresas de producción, en las oficinas técnicas en el sector público y privado, puede laborar en empresas como las siguientes:

  1. Industria de refinación de petróleo.
  2. Industria procesadora de alimento.
  3. Industria Farmacéutica.
  4. Industria de plaguicidas y pesticidas.
  5. Industria de colorantes y pigmentos.
  6. Industria de pinturas, barnices y tintas.
  7. Industrias de las primeras materias plásticas.
  8. Industrias de fibras artificiales y sintéticas.
  9. Industria de aceites y grasas industriales.
  10. Industria de jabones, detergentes y productos de perfumerías.
  11. Industrias de fertilizantes.
  12. Industria de caucho.
  13. Industria de producción de electricidad.
  14. Industria inorgánica de base.
  15. Industria dedicada a los derivados del carbón y la madera.
  16. Universidades y centros superiores de enseñanza.
  17. Oficinas técnicas y asesoras del Gobierno.

Los cargos más usuales son Administrador, Gerente, Asistente, Consultor, Asesor, Encargado de Producción, etc. Las funciones que puede desarrollar el Ingeniero Químico en las instituciones antes indicadas son las que se describen a continuación:

  1. Manejar y controlar la producción.
  2. Dirigir los programas de mantenimiento, así como aquellos que impliquen sustitución de equipos o parte de equipos industriales.
  3. Controlar los inventarios de materia prima, artículos en proceso, artículos terminados, piezas y repuestos, etc.
  4. Comercializar los productos y equipos industriales.
  5. Planificador y director de la instalación o ampliación de una industria.
  6. Planificador y asesor de empresas industriales e instituciones gubernamentales.
  7. Planificador y ejecutor de modificaciones en las instalaciones industriales y en las operaciones.
  8. Controlar la calidad de los productos que se generan en la empresa.
  9. Controlar los costos de producción.

En conclusión, el rol del ingeniero químico, es la transformación física y química de la materia a escala industrial para desarrollar procedimientos nuevos cada vez más eficientes en obtención de bienes y/o servicios como también perfeccionar los ya existentes con respeto al medio ambiente.