La Ley Universitaria 30220 seleccionó a la Universidad Nacional de la Amazonía Peruana (UNAP) por su situación geográfica y la cantidad de alumnado que posee, como universidad emblemática del país para el logro de profesionales de calidad con una universidad fortalecida. El Estado peruano abre una nueva oportunidad de mejora para nuestra institución, la misma que debe partir de una autoevaluación institucional que nos permita conocer el estado actual de nuestras capacidades, para de esta manera enfocar los esfuerzos en el desarrollo de actividades en aquellos aspectos que presenten resultados superiores a la media.
La acreditación como parte del Sistema de Aseguramiento de la Calidad de la Formación de Profesionales en el Perú, es un proceso que se desarrolla a través de normas y procedimientos estructurados e integrados funcionalmente, mediante el cual se reconoce públicamente y de manera temporal el logro de los niveles de calidad establecidos por el Consejo Nacional de Evaluación y Certificación de la Calidad Educativa (Coneau) en estándares de acreditación, que responda a las exigencias de la problemática social, económica y cultural de nuestro país.
La misión de la UNAP es asegurar el nivel específico de calidad, conforme a las exigencias de sus objetivos y a las expectativas de los estudiantes y egresados, que al enfrentarse a un mundo cada vez más competitivo, garantiza una excelente empleabilidad a nivel regional, nacional e internacional.
La UNAP, a través de la Oficina Central de Licenciamiento, Evaluación, Acreditación y Certificación (Ocleac), está reiniciando un trabajo arduo juntamente con el Comité de Calidad Institucional y los Comités Internos de Autoevaluación con fines de Acreditación de las diferentes carreras profesionales, para evaluar los estándares de acreditación y establecer una línea base de calidad para su seguimiento e implementar planes de mejora, y de esta manera obtener la certificación de la excelencia educativa para nuestros estudiantes.
En este proceso es importante que todas las autoridades de las unidades académicas cooperen abiertamente con los Comités Internos de Autoevaluación, proporcionándoles información correcta y verificable para llevar a cabo una evaluación imparcial y transparente. La evidencia del proceso constituye el producto más importante y es el respaldo que tiene la carrera para sustentar las acciones de mejora. Es de necesidad una mirada propia y reconocer nuestras fortalezas y debilidades, y una mirada externa para complementar aspectos que podríamos omitir.
La exigencia de calidad y el logro de la excelencia en un contexto de recursos limitados, exigirán la participación activa de todos los involucrados con la carrera, siguiendo una metodología consensuada, compartiendo objetivos y metas.
Por esta razón, es necesario que la UNAP haga suyo el “Modelo de Calidad para la Acreditación de las Carreras Profesionales Universitarias”, elaborado por el Coneau, a través de la Dirección de Evaluación y Acreditación (DEAC). Para ello debe contar con la resolución de aprobación a fin de legitimar el proceso de acreditación en las diferentes carreras profesionales, para de esta manera tener como resultado de la primera autoevaluación la “Línea base de calidad de nuestra institución”, a partir de la cual las carreras profesionales plantearán los planes de mejora con metas establecidas para los estándares inconsistentes.